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LETRAS NÓMADAS

Dafnis y Cloe

Dafnis y Cloe

Hace algunos días que estuve rastreando por las casetas de la Cuesta de Moyano (feria de libros de segunda mano, en Madrid) en busca de nuevos libros que añadir a mi biblioteca, en busca de chollos de esos que te llevas cada libro por un euro. Me llevé casi una veintena de libros, de los cuales ya he leído algunos, y otros están en camino. Uno de ellos ha sido Dafnis y Cloe de Longo de Lesbos. Se trata de una de las primeras novelas de nuestra cultura, una novela escrita en la Antigua Grecia, en un momento en que se ponía de moda escribir novelas sobre una pareja (la que suele dar título a la obra) y sus pequeñas aventuras y circunstancias. Las novelas bizantinas siguieron este mismo modelo narrativo en el que una pareja de enamorados constituían el centro de la trama. 

En Dafnis y Cloe la acción transcurre en medio del campo, todo se desarrolla en un ambiente totalmente pastoril, y estos dos jóvenes se enamoran sin siquiera saber lo que es el amor. Sienten una gran fascinación el uno por el otro, les encanta pasar el rato juntos y jugar, pero no comprenden qué les ocurre, y por qué sienten lo que sienten recíprocamente. Se les describe como personas de gran belleza, y habrá quien intente entrecruzarse en su amorosa relación. Al final de la novela terminan por descubrir algo nuevo para ellos, que antes no conocían. Es una historia sencilla y breve, muy bien relatada y consigue atraer la atención del lector desde bien pronto, manteniéndote alerta hasta la última línea. No me queda otra que recomendarla, es además interesante conocerla como uno de los primeros documentos literarios de la novela europea.

Las cosas que quieres

Quisiera apuntar ahora una nota para la reflexión. El otro día escuchaba el disco Dos caras distintas  de Los Secretos (del año 1995) y me dejé seducir por una melodía que iba acompañada de la siguiente letra:

"Después de andar tanto tiempo
tengo los pies tan cansados
de andar por la cuerda floja,
de andar de un lado a otro lado.

Pero ahora quiero olvidar
y buscar dónde pararme,
vale la pena intentar
seguir mirando adelante.

Pero las cosas que quieres
no las debes de olvidar,
toda la vida buscando
lo que al lado tienes ya.

Pero las cosas que quieres
tú las debes de cuidar,
nunca sabes lo que tienes
hasta no tenerlo más".

A veces es bueno detenerse a pensar en este
 tipo de cosas. Para mí la canción habla de una
 gran verdad, es una manera de expresar el
mítico refrán de "Uno nunca sabe lo que tiene
hasta que lo pierde". Algo así dice, creo recordar.
Cuántas veces nos lamentamos de lo que no
tenemos, de aquello que nos falta, de que "si
yo tuviera esto... qué feliz sería..." En ocasiones
basamos ese estado de dicha en la posesión de
 objetos materiales, la saga de no sé qué
videojuegos, un vestido para cada día de la semana,
 el perfume de no sé qué diseñador... pero díganme,
 ¿cuántas personas pueden vivir sin esa serie de cosas,
 y cuántas pueden vivir sin un amigo, sin una "familia"?
 Al comercio le puede salir rentable hacernos creer
que nuestra felicidad se basa en sus productos,
 pero ¿qué pasa cuando ocurre algo grave a alguien
 a quien queremos? ¿Es realmente necesario que
perdamos algo para que seamos conscientes de su valor?

A continuación expongo un fragmento de El Principito,
 en el que se trata sobre el valor de las relaciones humanas:

"El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
- ¡Por favor... domestícame! -dijo.
- Bien lo quisiera - respondió el principito -,
pero no tengo mucho tiempo.
Tengo que encontrar amigos y conocer
muchas cosas.
- Sólo se conocen las cosas que se domestican
- dijo el zorro -. Los hombres ya
 no tienen tiempo de conocer nada.
 Compran cosas hechas a los mercaderes.
Pero como no existen mercaderes de amigos,
 los hombres ya no tienen amigos. Si quieres
un amigo, ¡domestícame!
- ¿Qué hay que hacer? - dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente - respondió el zorro -.
Te sentarás al principio un poco lejos de mí,
así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada.
La palabra es fuente de malentendidos.
Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente volvió el principito.
- Hubiese sido mejor venir a la misma hora -dijo el zorro-.
 Si vienes, por ejemplo, a las cuatro
de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré.
A las cuatro me sentiré agitado e inquieto;
¡descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes
a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar
mi corazón... los ritos son necesarios.
- ¿Qué es un rito? - dijo el principito.
- Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro -.
 Es lo que hace que un día sea diferente de los
otros días: una hora, de las otras horas.
 Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito.
El jueves bailan con las muchachas del pueblo.
El jueves es, pues, un día maravilloso.
Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores
 no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían
y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro.
 Y cuando se acercó la hora de la partida:
- ¡Ah!... - dijo el zorro - Voy a llorar.
- Tuya es la culpa - dijo el principito -.
No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
- Sí -dijo el zorro.
- Entonces, no ganas nada.
- Gano - dijo el zorro -, por el color de trigo.
Luego, agregó:
- Ve y mira nuevamente a las rosas.
Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás
para decirme adiós y te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
- No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada
aún - les dijo -. Nadie os ha domesticado
y no habéis domesticado a nadie.Sois como era mi zorro.
 No era más que un zorro semejante a cien
mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas.
- Sois bellas, pero estáis vacías - les dijo todavía-.
No se puede morir por vosotras. Sin duda que un
transeúnte común creerá que mi rosa se os parece.
Pero ella sola es más importante que todas vosotras,
puesto que ella es la rosa a quien he regado. Puesto
que es ella la rosa a quien puse bajo un globo.
 Puesto que es ella la rosa a quien abrigué con el biombo.
 Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté
 (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas).
Puesto que es ella la rosa a quien escuché quejarse,
o alabarse, o aun, algunas veces, callarse.
 Puesto que ella es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
- Adiós -dijo.
- Adiós - dijo el zorro -. He aquí mi secreto.
Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón.
Lo esencial es invisible a los ojos
.
- Lo esencial es invisible a los ojos - repitió el
principito, a fin de acordarse.
- El tiempo que perdiste por tu rosa hace que
tu rosa sea tan importante
- El tiempo que perdí por mi rosa... - dijo
el principito, a fin de acordarse.
- Los hombres han olvidado esta verdad - dijo el zorro -,
 pero tú no debes olvidarla. Eres responsable
para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito, a fin de acordarse".

El principito . Antoine de Saint-Exupéry
Traducción de Bonifacio del Carril, edición de bolsillo de Alianza Editorial.

Sinuhé el egipcio

Sinuhé el egipcio

Una de mis lecturas veraniegas ha sido un libro al que ya hacía tiempo que le tenía ganas, y por fin ha caído: Sinuhé el egipcio, del autor finlandés Mika Waltari, que me ha tenido enganchada desde el primer párrafo hasta el último.

Ya anteriormente (hace algunos veranos ya, pero me acuerdo de que también fue en época estival) me leí S.P.Q.R. del mismo autor, de la que si bien no recuerdo muy bien en qué episodios de Roma se centraba, sé que, pese a su larga extensión (bastante más de mil páginas) estuve enganchadísima también, y en la playa los ratos que no estaba en el agua estaba en su lectura. Alucinante Mika Waltari.

Pero centrándome ahora en la novela que he leído ahora, he terminado igualmente con muy buen sabor de boca. El personaje de Sinuhé es real, protagoniza una novela histórica que, seguramente no enteramente, pero sí que es muy fiel a la realidad, y nos habla de la vida del Antiguo Egipto como si él mismo hubiera vivido allí, aunque es un autor del siglo XX. Para los amantes de Egipto es un libro muy interesante, que además nos va relatando sucesos que ocurrieron en vida de Sinuhé (centrándose en la vida de este médico del emperador, lógicamente), allá por la XII dinastía, y narrando los hechos en primera persona (en boca de su protagonista). 

Me tendrán que disculpar que no entre en más detalles sobre la historia, pero tengo una memoria muy mala para relatar los libros y las películas, aun recién leídos (y vistas), sobre todo cuando se trata de una novela de este tipo en la que van ocurriendo muchos sucesos distintos a lo largo de la vida del protagonista, y tampoco le veo mucho sentido a dar pinceladas sin rumbo.

Sólo indicar algún punto que me llamó la atención, y son las abundantes referencias a la técnica de la trepanación.

Y expongo como muestra el primer párrafo de la novela, que ya resulta de lo más sugerente:

“Yo, Sinuhé, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses del país de Kemi, porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí solo. No para halagar a los dioses, no para halagar a los reyes, ni por miedo al porvenir ni por esperanza. Porque durante mi vida he sufrido tantas pruebas y pérdidas que el vano temor no puede atormentarme y cansado estoy de la esperanza en la inmortalidad como lo estoy de los dioses y de los reyes. Es, pues, para mí solo para quien escribo, y sobre este punto creo diferenciarme de todos los escritores pasados o futuros.”

Traducción de Manuel Bosch Barret,; edición de  Random House Mondadori.

Hablando de Sinuhé, no puedo evitar hacer alusión a la canción de Silvio Rodríguez, si me permiten la licencia, aunque en esta ocasión el cantautor cubano utiliza la figura de Sinuhé para llevarse el tema a la problemática de Iraq.

Lisboa: el amarillo

Lisboa: el amarillo

Llego con algo de retraso pero no tiene importancia. Aunque el viaje del que voy a hablar a continuación lo hice allá por Semana Santa, en realidad creo que se trata de algo atemporal que puede ser tratado cuando se quiera. Hace algunas semanas que no he trabajado para el blog, pero ya estoy aquí de nuevo y seguiré apareciendo con cierta intermitencia.

Quien conozca Lisboa seguramente alcance a comprender por qué he titulado este artículo como "Lisboa: el amarillo", y es que dentro del colorido que podemos observar en la capital portuguesa puede apreciarse, especialmente en algunas zonas, un ligero predominio del color amarillo en su conjunto: no sólo hablo de edificios, también los autobuses son de este color, y por supuesto también ¡el tranvía! el rasgo distintivo de Lisboa. Aunque curiosamente me falló un elemento en este panorama: los Correos de Portugal, sus buzones, son de color ¡rojo! Exactamente como en Inglaterra.

Mi color favorito es el amarillo (como las paredes de mi habitación), pese a quien le pese (consciente de la mala fama de este color en mi país, España), así que no fue muy complicado que esta lunática del amarillo y de los colores acabara enamorándose de Lisboa. No era sólo el amarillo, no eran sólo los tranvías, que tanta magia le dan a una ciudad, eran también sus amplias plazas, sus laboriosas aceras, sus vistas, su Plaza del Comercio (abierta al río Tajo), el barrio de la Alfama y sus tan estrechas callejuelas... ¡su rica comida y sus deliciosísimos dulces! Realmente hacen unos dulces exquisitos en Lisboa, y yo que soy una golosa pues me beneficié del buen hacer de los reposteros lisboetas.

De vuelta en la carretera, de camino, hice una parada de una hora aproximadamente en Évora, un precioso lugar que además tenía monumentos romanos, como un acueducto y un templo de Diana, el emblema de la ciudad. También el color de esta población era de lo más seductor: blanco con toques amarillos. Desde luego yo estaba en mi salsa.

En Évora me resultó algo inevitable que la banda sonora de mi mente mientras paseaba por sus calles fuera el célebre Tango to Evora de Lorena McKennitt, tan hermosa melodía para dar colofón a mi grata experiencia en Portugal.

El libro de los filósofos muertos

El libro de los filósofos muertos

Una lectura que me gustó especialmente, y que hice algo antes de Navidad, es El libro de los filósofos muertos, de Simon Critchley. Se trata de una obra peculiar en la que se centra en el tema de la muerte, fijando el punto de atención en cómo murieron un buen número de filósofos, desde los presocráticos hasta los contemporáneos del siglo XX. Ciertamente hallamos en él fallecimientos de lo más curiosos, otros no tanto, experiencias cercanas a sus últimos momentos, de paso que repasa ligeramente algunas de sus ideas, fundamentalmente referidas a la muerte. Siempre de manera amena y divertida, conduciendo al lector hacia la reflexión. Quizás sea cierto lo que ya decía Montaigne: "Que filosofar es aprender a morir".

Me llamó especialmente la atención una anécdota referida a Albert Camus... él consideraba que no había muerte más tonta que la causada en un accidente de tráfico. Resulta que finalmente él mismo terminó muriendo en un accidente de tráfico.

Os dejo el mensaje de la contraportada:

"¿La muerte?No pienso en ella".

Si este comentario, atribuido a Jean-Paul Sartre, es cierto, entonces él era único entre los filósofos. Ya que, como Simon Critchley muestra en este original y estimulante libro, la cuestión de qué puede considerarse una "buena muerte" ha sido desde tiempos muy remotos, la preocupación central de la filosofía.

Pero ¿qué hay de las propias muertes de los filósofos? De las 190 que aquí se relatan, muchas son extravagantes, y abundan las historias de locura, asesinatos, suicidio y padecimiento. Heráclito murió asfixiado en estiércol; Empédocles se zambulló en el Etna esperando convertirse así en un dios; las últimas palabras de Hegel, refiriéndose a sí mismo, fueron: "sólo un hombre me ha comprendido en la vida, y aun él creo que no me comprendió"; Jeremy Bentham se hizo disecar y se halla, a la vista de todos, en el University College de Londres; Nietzsche sufrió una lenta y estúpida muerte a raíz de haber besado a un caballo en Turín...

Desde la autoburla de los maestros zen en los haikus en su lecho de muerte hasta las últimas palabras de los santos cristianos o de los sabios contemporáneos, El libro de los filósofos muertos inspira tanto diversión como reflexión. Como Critchley demuestra con brillantez, observar de cerca lo que los grandes pensadores dijeron de la muerte resulta ser una optimista indagación sobre el significado y la viabilidad de la felicidad humana. Para aprender a vivir hay que saber morir.

Adiós, Antonio

Hoy es un día triste para los amantes de la música ochentera, pues esta misma mañana ha fallecido, a los 51 años de edad, Antonio Vega, la voz que dio forma al grupo Nacha Pop. Aunque ha seguido en activo con una trayectoria en solitario, todos lo conocemos sobre todo por su etapa en Nacha Pop, con cuyo grupo alcanzó el éxito. ¿Quién no conoce la mítica canción La chica de ayer? Para homenajear su memoria, incluyo en el blog un vídeo de dicha canción. Ahora mismo escucho su versión de Romance de Curro El Palmo de Serrat en Radio 3, donde han interrumpido su programación habitual para dedicar el día entero a la figura de Antonio Vega.

http://www.rtve.es/noticias/antonio-vega-muere/

Descansa en paz, Antonio, ¡siempre te recordaremos!

 

Hubo suerte

Hubo suerte

En el ya pasado puente de San José hice un viaje inesperado. Un vago plan inicial de visitar Córdoba terminó por ser sustituido por tierras extremeñas: concretamente terminé en el Valle del Jerte, en el norte de Cáceres, recorriendo los pueblecillos de Navaconcejo, Cabezuela del Valle y Jerte (otros quedarán para otra ocasión). Que por cierto, eran fiestas en Jerte y cruzar la carretera de dicho pueblecillo costó más que rodear la M-30 madrileña... fue una auténtica odisea.

Digo que hubo suerte porque, de los quince días al año en que florecen los cerezos (fecha hasta cierto punto incierta) encontré los cerezos en flor. Y como muestra dejo una foto de las que me traje de recuerdo. El paisaje extremeño siguió, una vez más, sorprendiéndome. ¡Y sus espléndidos higos secos también! ¡Qué maravillas!  Córdoba me tendrá que seguir esperando, y mira que también le tengo ganas.

El hombre del piano

Una canción conmovedora y todo un clásico del siglo XX. En primer lugar tenemos la versión original de Billy Joel y debajo la que hizo Ana Belén. La traducción que pongo en español es de elaboración propia y literal para que los que no se lleven muy bien con el inglés (o, directamente, no se lleven) puedan entender la versión original, que varía ligeramente con respecto a la cantada por Ana Belén. Finalmente también, la letra de la versión en castellano.

 

PIANO MAN - BILLY JOEL

It’s nine o’clock on a Saturday
the regular crowd shuffles in.
There’s an old man sitting next to me
Makin’ love to his tonic and gin.
He say, Son can you play me a memory
I’m not really sure how it goes,
But it’s sad and it’s sweet and I knew it complete
When I wore a younger man’s clothes
Sing us a song, you’re the piano man
sing us a song tonight.
Well, we’re all in the mood for a melody
And you’ve got us feelin’ alright.
Now John at the bar is a friend of mine,
He gets me my drinks for free
And he’s quick with a joke or to light up your smoke.
But there’s someplace that he’d rather be
He says Bill, I believe this is killing me
As the smile ran away from his face.
Well I’m sure that I could be a movie star
If I could get out of this place.
Sing us a song, you’re the piano man,
sing us a song tonight
Well, we’re all in the mood for a melody
And you’ve got us feelin’ alright.
Now Paul is a real estate novelist
Who never had time for a wife,
And he’s talking with Davy who’s still in the navy
And probably will be for life.
And the waitress is practicing politics
As the businessmen slowly get stoned.
Yes, they’re sharing a drink they call loneliness
But it’s better than drinking alone
It’s a pretty good crowd for a Saturday,
And the manager gives me a smile
’Cause he knows that it’s me they’ve been coming to see
To forget about life for awhile.
And the piano sounds like a carnival,
And the microphone smells like a beer,
And they sit at the bar and put bread in my jar
And say "Man, what are you doin’ here?"
Sing us a song, you’re the piano man
Sing us a song tonight.
Well, we’re all in the mood for a melody
And you’ve got us feelin’ alright.

EL HOMBRE DEL PIANO - TRADUCCIÓN LITERAL

Son las nueve de un sábado,

La multitud habitual entra arrastrando los pies.

Hay un hombre mayor sentado junto a mí

Haciendo el amor con su gintonic.

Dice: Hijo, ¿puedes tocarme una vieja canción?

No estoy realmente seguro de cómo va,

Pero es triste y dulce, y me la sabía entera

Cuando me vestía con ropas de hombre joven.

 

Cántanos una canción, tú eres el hombre del piano,

Cántanos una canción esta noche.

Bien, todos tenemos ganas de una melodía

Y tú nos haces sentir bien.

Ahora John, el de la barra, es un amigo mío,

Me proporciona bebidas gratis

Y es rápido con una broma o para encenderte el cigarro.

Pero existe algún lugar en el que él preferiría estar.

Dice: Bill, creo que esto me está matando

Al tiempo que la sonrisa escapó de su rostro.

Bien, estoy seguro de que podría ser una estrella de cine

Si yo pudiera salir de este lugar.

Cántanos una canción, tú eres el hombre del piano,

Cántanos una canción esta noche.

Bien, todos tenemos ganas de una melodía

Y tú nos haces sentir bien.

Ahora Paul es un afamado novelista

Que nunca tuvo tiempo para una mujer,

Y habla con Davy, que aún está en la marina,

Y probablemente lo estará de por vida.

Y la camarera está practicando política

Mientras los hombres de negocios lentamente se emborrachan.

Sí, ellos comparten una bebida a la que llaman soledad,

Pero es mejor que beberla en solitario.

Es una agradable multitud para un sábado

Y el jefe me ofrece una sonrisa

Porque sabe que es a mí a quien han venido a ver

Para olvidarse de la vida por un momento.

Y el piano suena como un carnaval,

Y el micrófono huele como a cerveza,

Y ellos se sientan en la barra y ponen pan en mi jarra,

Y me dicen: "Hombre, ¿qué estás haciendo aquí?"
Cántanos una canción, tú eres el hombre del piano,

Cántanos una canción esta noche.

Bien, todos tenemos ganas de una melodía

Y tú nos haces sentir bien.

 

EL HOMBRE DEL PIANO - ANA BELÉN

Esta es la historia de un sábado
de no importa qué mes,
y de un hombre sentado al piano

de no importa qué viejo café.

Toma el vaso y le tiemblan las manos,
apestando entre humo y sudor,
y se agarra a su tabla de náufrago
volviendo a su eterna canción.

Toca otra vez, viejo perdedor,
haces que me sienta bien,
es tan triste la noche que tu canción
sabe a derrota y a miel.

Cada vez que el espejo en la pared
le devuelve más joven la piel,
se le encienden los ojos y su niñez
viene a tocar junto a él.

Pero siempre hay borrachos con babas,
que le recuerdan quién fue,
el más joven maestro al piano
vencido por una mujer.

Ella siempre temió echar raíces,
que pudieran sus alas cortar
y en la jaula metida, la vida se le iba
y quiso sus fuerzas probar.

No lamenta que dé malos pasos,
aunque nunca desea su mal,
pero a ratos, con furia,
golpea el piano y algunos que le han visto llorar.

El micrófono huele a cerveza
y el calor se podría cortar,
solitarios oscuros, buscando pareja
apurándose un sábado más.

Hay un hombre aferrado a un piano
la emoción empapada en alcohol,
y una voz que le dice:
"pareces cansado, y aún no ha salido ni el sol".

Poderosa Afrodita

Poderosa Afrodita

Tengo una deuda personal que saldar con el mundo de la cultura: más en concreto con el mundo del cine. Me declaro una completa analfabeta del séptimo arte. De verdad os sorprenderíais de saber la cantidad de películas que todo buen cinéfilo considera imprescindibles y que yo no he visto. Gracias hay que dar si llego a decir "me suena", pues lo habitual es que ponga cara de "¿Pero qué me estás contando?"Ni hablo ya de cuando oigo cómo los demás hablan en torno a mí con toda naturalidad de no sé gran actor, qué gran actriz... y si es de directores, ni te cuento.

El caso es que cuando veo alguna (nunca en la tele, por favor, con el añadido de la publicidad de veinte minutos cada cuarto de hora de película se me hacen realmente infumables) sí me gusta, pero soy muy perezosa a la hora de ponerme a ver una peli. Bufff, hora y media como mínimo viendo eso... lo dicho, mucha pereza. Lo bueno de la música y la lectura es que estoy un rato con ello y cuando yo quiero, lo dejo. Ver una película a trozos me resulta incómodo, así que cuando veo una, la veo entera de tirón.

¿Quizás haya influido la inexistencia de este arte en la educación secundaria? Me resulta sorprendente cómo, teniendo en cuenta que a la literatura, la música, las bellas artes (pintura, escultura, arquitectura) sí que les presta atención en el mundo de la educación, mientras que el cine en este ámbito no existe (salvo, quizás, en determinadas optativas y sólo en determinados institutos). Recién licenciada en filología clásica como estoy, no dejo de preguntarme cómo es posible que no hubiera en mis estudios ningún espacio dedicado al cine, con la enorme influencia que la cultura grecolatina ha ejercido en él (a través de la literatura, por supuesto).

¿Y si hubiera tenido la opción de elegir alguna asignatura que relacionara cine y literatura clásica? Entonces, estoy segura, una de las películas de las que nos habrían hablado, sería Poderosa Afrodita (1995), de Woody Allen (bravo, esta vez sé quién la dirige, y también actúa en ella). La vi este último martes y es la primera vez que veo una película de Woody Allen, os aseguro que es verdad. Me encantó, ya que además del entretenimiento que supone la comedia, me gustó descubrir en ella técnicas inspiradas en la Antigüedad: el uso del coro, que paralelamente al desarrollo de la historia aparecía de vez en cuando sobre un escenario clásico, rodado en Taormina, Sicilia. De modo que, al tiempo que un coro cuenta una historia en un teatro, en otro lugar del mundo, la misma historia no es ficción, sino realidad.

La mujer de Lenny (Woody Allen) quiere adoptar un niño y, aunque él al principio se resiste, al final termina cediendo. Con el tiempo acaba encantado con él y, a medida que va creciendo, siente la imperiosa necesidad de conocer quiénes son los padres reales del muchacho. Indagará en busca de la verdad hasta el final, convencido de que es hijo de unos genios. En realidad, acaba descubriendo que es hijo de una prostituta y actriz porno, a la que llegará a conocer personalmente.

Visto está que estoy condenada a tener que descubrir por mí misma este tipo de lazos entre literatura y cine (muy abundantes, por lo que he oído y leído), y seguir poco a poco profundizando aún más en el mundo del cine, para adquirir unos básicos conocimientos sobre ello. A ver, si como este pasado martes, consigo encontrarme con más gratas sorpresas, como Poderosa Afrodita.

¿Documentales sobre literatura?

Aficionada como soy a los documentales, me apetecía expresar una pequeña inquietud relacionada con ellos. Me fascina sentarme frente al televisor u ordenador para ver uno de estos programas, con los que disfruto al tiempo que aprendo de una forma diferente (no todo va a ser leer ). Sin embargo, como me hace notar a menudo mi hermana, ¿por qué no hay documentales sobre literatura? ¿Dónde están?

Desde luego son un auténtico filón para la historia, el arte, la ciencia... pero hay campos como la literatura y la filosofía, que según parece son poco trabajados en el mundo de los documentales (al menos esa impresión me da aquí en España, y por mi experiencia). No sé en el mundo de las antenas parabólicas, yo me limito a una TDT normal y corriente, y sigo como siempre. Si me limito a las meras emisiones televisivas, me encuentro con documentales en su mayor parte de ciencia y algún que otro día sobre algún lugar, en plan turístico o para conocer otras culturas. La TDT, o no me aporta nada nuevo en este campo, o aún no lo he descubierto, quizás nuestros horarios no coincidan.

Desde hace unos meses frecuento la biblioteca de mi barrio no ya solamente en busca de libros, sino también de DVDs con documentales y que, en un plazo de una semana, los pueda ver en casa cuando me apetezca. La tónica es la de siempre, claro: historia, lugares de España u otros rincones del mundo, arte... por supuesto no tengo nada en contra de ello, me encantan, pero noto el vacío con respecto a otras artes que también adoro: la música y la literatura. Qué decir de la filosofía: una pequeña esquina de la estantería está señalada con tal rótulo: "Filosofía". Ahora bien, o estos tienen tal éxito que siempre están pillados, o en realidad ese hueco nunca se ha llenado. Por si acaso, siempre sigo asomándome por si algún día pudiera llevarme una sorpresa.

Los pocos documentales que he podido ver de otro país que adoro, Grecia, eran en su mayor parte de literatura. Claro, tiene que ver que los he visto más bien en clases de literatura griega moderna, pero no olvidé preguntar a mi profesora, nativa, si ese tipo de programas eran habituales en la tele griega. Me dijo que en la tele estatal, sí, claro, ponen documentales de literatura, como los ponen de cualquier otra cosa.

Sorprendida me quedé también hace unos meses cuando descubrí un programa de la televisión argentina que versaba sobre filosofía: "Filosofía aquí y ahora". No eran documentales precisamente, sino un programa en el que se da cuenta de la importancia de la filosofía y la relaciona de alguna manera con nuestra vida cotidiana mientras da un repaso por la historia del pensamiento.

No sé si es que en mi propio país no soy capaz de hallar este tipo de documentales y programas o es que, sencillamente, no existen. Por eso, lanzo mi pregunta a los lectores. ¿Tan en la parra vivo que ni me entero, o es que este vacío existe de verdad? Si alguien me puede proporcionar títulos de documentales españoles sobre literatura, música o filosofía, mil gracias de antemano.

Un nuevo espacio

Este blog nace a partir de otro que he mantenido durante dos años, centrado en la cultura griega. Mi otra bitácora, Filohelenismo, ha terminado por tener relación con esta nueva que nace ahora. En realidad intenté abandonar mi labor bloguera, pues mi tiempo no era el mismo que cuando empecé con estas tareas cibernéticas. Prácticamente acabo de paralizar mi actividad en mi blog filoheleno, pero me he visto impulsada a la creación de una nueva bitácora. En el momento en que anuncias que te vas, que no publicarás ya, porque darás prioridades a otros asuntos, es cuando llegan una buena parte de lectores para expresarte lo a gusto que se encontraban siguiendo los artículos que de vez en cuando dejabas caer en la red. En instantes como ese te das cuenta de que quizás estás haciendo algo mal, porque ellos no se merecen tu abandono. y además en el fondo tampoco deseas dejar de lado tal proyecto. Sería lo justo llegar a hallar un equilibrio entre las distintas actividades y poder seguir dedicando una pequeña parte de mi tiempo libre a publicar de vez en cuando algo nuevo. El caso es que con el apoyo de la gente que te anima a continuar o a volver cuando puedas los ánimos se van renovando y sientes ganas de volver con más fuerza todavía. Además he de decir que me apetece a veces salir también un poco de Grecia, o tratar temas con mayor libertad, sin hallarme en un ámbito cerrado como considero que lo es el otro blog. Quizá me venga bien tener este otro con un carácter más abierto y libre.

Por eso, por el apoyo recibido que me anima a algo más que simplemente volver, y porque he llegado a sentir la necesidad de un nuevo espacio, por eso doy vida a una nueva bitácora. Por ahora desconozco cuándo empezaré a trabajar en la nueva y a retomar la labor de la filohelena, pero sí que sé que lo mejor será no abandonar este camino; aunque por lo pronto estaré un tiempo sin publicar nada, mientras tanto intentaré hallar un equilibrio adecuado entre mis distintas actividades.

Lo creo desde ya para poder ir haciendo pruebas de diversa índole sobre él. Dejaré también otro pequeño artículo de muestra.

¡Hasta la vista!

29-12-08

 

Nada importante

Nada importante, nada por ahora. Empecé hace poco la lectura de Troya de Gisbert Haefs, pero... lo he tenido que dejar, no me estaba enterando de la trama... y creo que no fue precisamente por falta de atención. Una amiga me comentó que le había ocurrido lo mismo. Ahora leo El asombroso viaje de Pomponio Flato de Eduardo Mendoza, bastante más divertido para mi gusto. Sencillo y ameno, el romano Pomponio Flato llega a Nazaret y allí termina por hallarse inmerso en una historia en la que también participan José, María y Jesús. Pues sí, los de la religión cristiana. José está acusado de haber asesinado a un rico ciudadano, pero Pomponio Flato indaga sobre la verdad del caso...