Pueblos Negros de Guadalajara
De esto hace ya unas cuantas semanas, pero es de estas cosas que vas dejando pasar y ahí quedan. Mi primera salida de 2010 fue a los Pueblos Negros de Guadalajara. No recuerdo muy bien la fecha, pero seguramente era uno de esos primeros días en que parecía que comenzaba a asomarse el buen tiempo, que luego volvió a empeorar y hasta hace bien poquito no ha llegado la primavera en lo que al clima se refiere. En fin, una idea repentina y una visita de un día por la zona de los Pueblos Negros... quizás no en su mayor esplendor, pero una bocanada de aire puro y remanso de paz al fin y al cabo. Eso sí, ahora mismo no recuerdo ni uno solo de los nombres de los pueblos, tendría que mirarlo en el mapa, pero siento no entretenerme en ello. Quienquiera que sienta curiosidad por ellos, obtendrá mucha mejor información en los buscadores de internet. Están en la zona de la sierra de Guadalajara (mi móvil no tuvo cobertura en todo el día), son unos pequeños pueblos de construcción característica con piedras y techos de pizarra (de ahí lo de "pueblos negros"), que fueron rehabilitados hace relativamente unos pocos años para el turismo, pues eran pueblos condenados a desaparecer, prácticamente todos ellos abandonados. Ahora no ha cambiado mucho la situación, pero hay casas rurales de alojamiento, alguna tienda o bar en cada uno, y en muchos se podría literalmente afirmar que cinco o seis casas.
Esta de aquí es la iglesia del primero por los que pasé. En el bar de este pueblo degusté unos deliciosos torreznos (caseros y deliciosos) como pincho acompañando mi mosto.
En el mismo pueblo vemos una de sus casas. La mayor parte conservan este estilo. Dependiendo del pueblo, algunos son más conservadores, pero otros empiezan a combinar las construcciones típicas del entorno con otras más modernas, más normales, las de ladrillo, vamos, para entendernos.
Un tejado típico de las construcciones de los Pueblos Negros de Guadalajara.
Y una calle... con vistas de la sierra al fondo.
¡Saludetes!
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